martes, 29 de diciembre de 2009

TIPICO PREPOTENTE Y ADEMAS: ASESINO



Rafael Eulogio Romero Montenegro, de 30 años de edad, presunto homicida de los hermanos Pablo Noé y Juan Carlos Recinos Cisneros, permane internado en el hospital militar, porque supuestamente padece de diabetes.
    Romero, quien es sobrino del general Otto Romero, ex ministro de Defensa durante la gestión del ex presidente Elías Antonio Saca, permanece en el hospital desde la noche del sábado. Ese día fue deportado desde Nicaragua, donde fue capturado tras siete meses de haber permanecido prófugo.
 Se supone que el sábado 30 de mayo, a eso de las 11:00 de la noche mató a los hermanos Recinos porque ambos no movían sus vehículos con la celeridad que pretendía Romero.
 El sospechoso disparó contra los tres hermanos Recinos que habían asistido a una cena para despedir a una pariente. En el sitio murió Pablo Noé, mientras que Juan Carlos cuando era trasladado a un centro hospitalario. El tercer hermano resultó ileso.
 Romero disparó con a sus víctimas pese a los gritos despavoridos de los parientes de los hermanos Recinos y de su misma esposa que le pedía que se calmara.
 El supuesto homicida, a quien vecinos describen como una persona solía ser violenta, fingió esa misma noche una coartada, por la cual ahora están siendo procesados su esposa y su suegro.
 Romero huyó rumbo a Honduras y desde ahí se trasladó a Nicaragua, donde el 24 de diciembre fue arrestado.
 Al nomás venir al país deportado, dijo que venía enfermo y de inmediato fue trasladado al hospital militar, privilegio al que tiene derecho gracias a su tío, el ex ministro de defensa general Romero.


Una enfermera que pidió el anonimato confirmó que el joven permanece en la habitación nueve de la sexta planta, donde tiene visitas a toda hora del día. Ahí permanece bajo custodia de dos agentes de la PNC. Uno en la entrada de la habitación y otro en el pasillo. Por razones de seguridad está esposado a la cama, pero del tobillo. Cada vez que desea ir al baño es llevado por el agente.
 Cuando traen a un paciente procesado lo esposan de una de sus manos, pero la familia y el mismo joven se opusieron. Uno hasta le reclamó a un policía, al recriminarle que él no sabía que su familia no era una cualquiera.
 Según la enfermera, a varias de sus compañeras le han pedido que constantemente le pongan suero intravenoso, pero en realidad no lo necesita. De hecho, el mismo cierra la válvula para evitar el paso y sol la abre cuando tiene visita de autoridades.
La enfermera aseguró que por lo menos dos médicos les han dicho que el paciente Romero está saludable, pero que han recibido órdenes superiores para mantenerlo en el sito aunque simule la enfermedad.
“Me cuentan que sus parientes que vienen a visitarlos son prepotentes. Quieren que mis compañeros los atiendan de inmediato. Aquí en el sexto piso y en el resto del hospital todos sabemos que es sobrino del general Romero y que atenderlo mal sería objeto de hasta despidos”, dijo la enfermera.
 Un vigilante señaló que han recibido la orden de dejar pasar a cualquier familiar de Rafael Romero, sin importar la hora.
 Otro empleado señaló que hasta ahora no han permitido que los médicos de Medicina Legal le realicen el chequeo para determinar si efectivamente está enfermo. “Yo no lo veo enfermo, más bien lo veo altanero y preocupado”, agregó.
Hospital por cárcel
 Si Romero no estuviera hospitalizado estaría en un centro penal o en las bartolinas policiales a la espera de que el próximo lunes 4 se desarrolle la audiencia en el Juzgado Cuarto de Paz, donde ha sido acusado de doble homicidio.

NOTICIA DE: LA PAGINA.COM.SV

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